TRÍFORA: VINTAGE: La Silla Corona, de Volther.

No sabremos nunca con exactitud si fue el espacio estelar, un eclipse lunar, la fuerza y flexibilidad de la espina dorsal humana o cualquier otro atisbo de naturaleza lo que inspiró a Poul M. Volther a dibujar la Silla Corona en 1961; lo que si tenemos claro es que desde que saliera a la luz en 1964 este clásico danés pertenece a la lista de los muebles más carismáticos de la historia.

Corona destaca por su alto grado de confort que permite adaptarse a cualquier usuario y un aspecto que combina toques clásicos y contemporáneos; quizá fuera esto lo que la convirtió en un objeto de culto entre los años 60 ´ y 70´.

En cualquier caso es seguro que su experiencia como ebanista, su habilidad como artesano y su sentido de la forma y el diseño se convirtió en una exitosa combinación a la hora de dar forma a sus creaciones.
Muchos de los muebles de Volther estan inspirados en el arte de los muebles antiguos, tomando nota de la sencillez y la elegancia del funcionalismo. Además, la calidad de los materiales jugaba un importante papel en el diseño danés.
Con el tiempo el mueble de Volther se volvió más y más escultural; seguía arraigado al funcionalismo y a las formas sencillas pero jugaba con ellas de una manera única, innovadora y original.

En 1964 lanzó Corona, que sin duda se convirtió en el más conocido de sus diseños. Corona consta de cuatro partes en forma elíptica que gradualmente cambian el tamaño, de aquí que se piense que un eclipse pudiera inspirarle.
Han pasado 25 años y la silla sigue estando de actualidad. No son poco los programas de televisión, películas o series las que la incluyen en su decorado. Y hace tan solo unos años la silla Corona se convirtió en asiento oficial al formar parte de las instalaciones de la Cumbre de Copenhague de la UE en 2002. Los jefes de estado tuvieron el honor de sentarse en una de estas sillas, aclarando que, además de ser un deleite para la vista, es un cómodo asiento.