Hace unas semanas os hablábamos de uno de los últimos proyectos de Lorenzo Longo, la lámpara Mirage. Días después Lorenzo nos concede una entrevista en la que nos habla de sus comienzos, del estudio, de Alessio Romano, y del futuro del diseño.
Hace dos años nacía De-Signum Studio Lab. ¿Qué ocurrió antes para que decidieses convertirte en diseñador?
Antes de formar parte del mundo del diseño pertenecía a otro mundo, el de las noches que pasaba como DJ y las mañanas en los bancos de la universidad, donde estudiaba Derecho en Lecce. Fue en 2003 cuando la insatisfacción hizo que desconfiase del destino, así que decidí mudarme a Milán para estudiar diseño. Me matriculé en el Instituto Europeo de Diseño, y tres años más tarde me licencié con una tesis en diseño de restaurantes, bajo la supervisión del arquitecto Massimo Mussapi. Empecé a trabajar seguidamente como asesor de Pirelli Tyre, pero de nuevo me di cuenta de que me estaba equivocando de camino, y decidí empezar a trabajar como freelance. Necesitaba un “contenedor”, algo en lo que reconocerme, con lo que poder dirigirme al mercado de manera seria y estructurada. Y así en el año 2006 nace De-Signum Studio Lab, gracias a la colaboración con mi colega Alessio Romano.
¿Cuál es la parte más dura de tu profesión?
La mayor dificultad se encuentra sin lugar a dudas en buscar y, sobre todo, en encontrar empresas dispuestas a creer e invertir en tus proyectos. Apenas terminas la universidad tienes los instrumentos para representar y exponer tus propias ideas, pero conseguir llevarlas a cabo es otra cosa completamente diferente.
Diseño gráfico, industrial y de interiores, fotografía...Haces de todo un poco pero a día de hoy tu trabajo está centrado en la iluminación. ¿Qué contribuye esto a tu trabajo?
”Tutto ciò che è manifestato è luce”. [S. Paolo, Ep. Eph. V-XIV]
La luz siempre ha tenido una constante influencia emotiva en mi vida. La tierra de la que vengo es Salento, donde la luz del mediodía es tan fuerte que puede con la naturaleza y la arquitectura… pero de mi formación también forman parte las atmósferas nocturnas, hechas de luces modulares, a veces suaves y a veces fuertes.
Fundamentalmente fue mi encuentro con el arquitecto y diseñador Francesco Murano lo que me lanzó a un uso consciente de la luz. No es posible diseñar una lámpara sin considerar el espacio que tendrá que iluminar, de las emociones que podrá suscitar. El desarrollo de una lámpara es una mezcla que conlleva la compenetración del diseño industrial, de interior y de luminarias, sin infravalorar luego otros puntos importantes como son la semiótica, ergonomía, conocimiento de las técnicas y los nuevos materiales.
Cooperas con Alessio Romano en el estudio. ¿Qué diferencia vuestros estilos?
Incluso partiendo de propuestas comunes al proyecto, nuestros trabajos se diferencian inmediatamente: los míos son de líneas marcadas, los de Alessio suaves y envolventes. Aún así el resultado final es una unión de ambos diseños. El camino común nos lleva siempre a la confrontación, así que cada proyecto es un trabajo a cuatro manos.
¿Buscas inspiración en algún diseñador clásico?
Si por clásico entendemos el pasado, diría que no, prefiero mirar adelante y no atrás, aunque admiro la poética y los trabajos realizados por Achille Castiglioni y Bruno Munari. De los diseñadores contemporáneos admiro el trabajo y la búsqueda de Giulio Lacchetti y Patricia Urquiola y los trabajos de Marc Newson y Ross Lovergrove.
¿Qué nuevos proyectos tienes en mente?
Actualmente estamos trabajando en cuatro nuevos proyectos, cuatro lámparas que serán presentadas en ocasión de la presentación de Euroluce 2009. Son el resultado de profundas búsquedas de materiales técnicos y además para iluminar nuestras lámparas utilizaremos por primera vez leds. A pesar de nuestra satisfacción estamos también empezando a interesarnos por el diseño de mobiliario, y no descartamos la posibilidad de presentar algo en el próximo Salón del Mueble.
¿Qué significa para un estudio tan joven como el vuestro trabajar para grandes marcas como Kundalini o Tronconi?
Trabajar con marcas como Tronconi, Kundalini o Segno son para nosotros una importante oportunidad de crecimiento profesional, una gran escuela de proyectos. Nuestra relación con las oficinas técnicas de las respectivas marcas es continua, y para nosotros constituye la oportunidad de poder entrar en el mundo del productor, en lo que se refiere particularmente al conocimiento de los problemas relacionados al desarrollo de un producto.
Del 10 al 18 de Diciembre estaréis en el Rome Design Più, uno de los más reconocidos eventos de diseño internacional del año. ¿Qué nuevos conceptos presentareis allí?
Nuestra participación en Roma Design Più está estrechamente conectada a nuestros dos últimos proyectos para Tronconi: Mirage y Hexagon. Más allá de estar contentos por el reconocimiento de nuestro trabajo, nos sentimos honorados de haber sido evaluados por un Comité Científico de absoluta grandeza. Probablemente nuestros proyectos saben hablar y saben hablar de sí mismos.
¿Hacia dónde crees que va el diseño?, ¿Qué veremos en el futuro?
El diseño, hecho de emociones y percepciones, no visto como un mero ejercicio de estilo, se está encaminando hacia una fase más democrática. Hoy el diseño está en una fase de transición y reinterpretación del pasado incluso utilizando las tecnologías más avanzadas, superando las viejas necesidades a través de nuevos lenguajes.
Creo que en el futuro existirán siempre en mayor número equipos de proyectos compuestos por diferentes figuras que vienen de muchos sectores del diseño, moda y gráfica visual. Dostoievski escribió que la bella salvará al mundo. Yo creo que la propia belleza del mundo es la fuente de inspiración de los diseñadores, dispuestos siempre a proyectar cosas nuevas.
Y finalmente, siempre pedimos a nuestros entrevistados un pequeño consejo para aquellos diseñadores que empiezan o para los que acaban de decidir convertir el diseño en su forma de vida. ¿Qué puedes decirles?
No creo que se puedan dar consejos válidos universalmente a los jóvenes que decidan iniciar una carrera en el diseño. Lo que no puedo dejar de decir es que la carrera del diseñador no es una monda, sino una actividad de constante y humilde observación de las necesidades de la sociedad, y solo teniendo presente esto, además de una buena dosis de perseverancia, se pueden obtener los resultados.
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