¿Qué pasó el día que nació Macalula?
‘Macalula nació una tarde de verano en un bar de tapas‘.
Las cuatro componentes del estudio compartíamos la misma pasión por el diseño, y pensar en ofrecer algo de aquello en lo que creíamos y que tanto nos gustaba parecía una respuesta fácil y sobretodo un proyecto cargado de ilusión.
Hoy día, después de un breve recorrido como estudio, somos más que conscientes que el camino es de todo menos fácil, pero la ilusión y pasión siguen estando latentes.
Después de decidir dar forma al proyecto, ¿Qué hicisteis? ¿Se os abrieron puertas con facilidad o tuvisteis que esperar mucho para ver resultados?
Lo cierto es que en ningún momento tomamos la decisión firme de lanzarnos a la piscina. Si no que fueron más bien momentos de aprovechar oportunidades e ir comprometiéndonos cada vez más.
Referente a la facilidad para entrar en el mercado laboral… pues contestaríamos que depende fundamentalmente del sector.
Las empresas en general están muy abiertas a todo lo que tiene que ver con comunicación, diseño gráfico y por supuesto web, pero el sector del mobiliario es muy diferente. Se trata de un sector más reducido en el que sin experiencia es difícil obtener la confianza del fabricante y por tanto difícil de conquistar. Requiere paciencia, sacrificio y mucha dedicación.
¿Cómo transcurre un día en vuestras vidas?
En el estudio no sólo trabajamos, sino que nos lo pasamos bomba. El ambiente es muy relajado (normalmente) -porque tenemos mucha confianza- y también muy divertido. Hacemos de todo: llorar, reír, cantar, bailar… y tenemos mucho sentido del humor.
Respecto al trabajo, estamos muy organizadas. Cada una sabe lo que tiene que hacer y aunque contamos las unas con las otras para tomar decisiones, también tenemos confianza plena para respetar el espacio laboral de las demás.
¿Cómo definiríais vuestro estilo?
‘Solidez constructiva, sobriedad estética y calidad funcional’.
Se define así los principios fundamentales de la Gute Form, y es esta nuestra motivación y nuestra principal aspiración.
La esencia macalula reside en un razonable equilibrio entre practicidad y emotividad, buscando el efecto sorpresa y el cuidado por los detalles, creando objetos llenos de sensibilidad y mimo. La clave del diseño se basa en percibir de un modo distinto lo cotidiano y de este modo crear nuevas formas de habitar.
Hoy en día, ¿El diseño es un lujo o creéis que puede estar al alcance de todo el que se lo proponga?
El diseño indiscutiblemente va íntimamente relacionado con el lujo; la clave está en la reinterpretación de ese lujo, que hoy día poco tiene que ver con lo ostentoso o la apariencia.
Los lujos de hoy tienen que ver con la calidad de vida. El lujo de lo auténtico; de lo sencillo, lo cómodo, lo fácilmente comprensible; el lujo del tiempo; del espacio…
Por otro lado, ‘diseño’ hoy día no es un bien para pocos, la prueba latente es IKEA, y más aún con el gran gigante chino apoderándose de los mercados, Europa debe sumarse a la corriente para poder hacer frente, y hacerlo rápidamente.
Esta es una profesión que se vive día a día, hay que renovarse a cada momento. ¿Cuál es la última feria que habéis visitado? ¿Cuál recomendaríais a nuestros lectores?
La última visita ha sido a la Feria del Hábitat en Valencia, ya que la tenemos en casa.
Si tuviéramos que recomendar una, por supuesto, sería Milán. Para quienes no hayan acudido nunca, les diremos que se trata más que de una feria o una pura exposición entre profesionales, de una gran cita para todos los que vivimos o queremos vivir de ésto.
La ciudad se transforma en un hervidero de eventos, showroom’s, conferencias y también espectáculos que la hacen profundamente atrayente.
¿Cuál podría ser vuestro material fetiche?
Lo cierto es no puede decirse que tengamos especial devoción por ninguno, pero la madera o el fieltro son materias pendientes que salen a relucir con cada nuevo proyecto.
Por último: nombrad un diseñador al que admiréis.
Y hasta aquí nos han contado pero prometemos que pronto sabremos más sobre ellas y sobre sus ingeniosos diseños...
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