11.9.08

VINTAGE: Chaise Longue de Le Corbusier

La chaise longue, de diseño ergonómico y simple, diferenció durante varias etapas históricas el centro del hogar, como las camas de día que se encerraban en las tumbas de los reyes egipcios, o el “accubatio” romano, donde se podían reclinar tres personas a la vez, en triángulo, para formar el “triclinium”.

La mitología india también nos muestra a Vishnu, dios del universo, en una cama de día y sobre la gran serpiente Ananta, mirando el océano de leche que representa el equilibrio y el orden absoluto del cosmos. O la imagen del Buda reclinado, durmiendo en una cama de día es señal de su trascendencia y estado de Nirvana.



Así, también nos encontramos la pintura de la Némesis de Maria Antonieta, Josefina Bonaparte, que la muestra inclinada en su chaise longue neoclásica con un vestido de inspiración romana. Gracias a esta pintura, probablemente se debe la evolución de la chaise longue, puesto que en 1928 Charles Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, tomó el esbozo de esta pieza y la convirtió en un verdadero símbolo del diseño contemporáneo.

Le Corbusier será siempre recordado por sus grandes contribuciones al modernismo y por ser conocido como el padre del movimiento moderno en la arquitectura europea de mitad del pasado siglo, además de ser precursor de gran parte de la estética actual.
Cuando hablamos de la chaise longue de Le Corbusier, no podemos pasar por alto que es un diseño conjunto con Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand para la colección Los Maestros de la marca Cassina. Las formas sinuosas y armoniosas de esta pieza transmiten descanso y estilo, a Le Corbusier le gustaba describirla como “La verdadera máquina para descansar”


Con este diseño se demostró que el lujo y la funcionalidad son dos factores que pueden ir de la mano para ser accesibles a un gran público. El movimiento basculante no es regulado por ningún mecanismo sino por el peso del cuerpo y por la posición de quien lo usa.
Tiene una estructura tubular de acero cromado, con una superficie lustrosa basada en bandas de caucho elástico que sostienen un cojín hecho a partir de cuero de vaca natural o negro, con un apoya cabezas ajustable.

La versión definitiva se presentó en 1929 en el Salón d’ Automme des Artistas Décorateurs (París) y hoy en día sigue siendo fabricado por la firma italiana Cassina bajo licencia de la Fundación Le Corbusier y parece ser una pieza eterna, centro de cualquier salón moderno que se precie cosmopolita.


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