La Chaise-Longue es una de las piezas de mobiliario más significativas del proceso de civilización, es centro fundamental del interiorismo y buen gusto contemporáneo.Por eso en Trífora le dedicamos un nuevo espacio dandoos la posibilidad de adentraros en la historia de todos los tiempos.
Una de las imágenes más poderosa que la cultura pop ha logrado heredar del mundo romano es la del senador regordete, coronado con laureles y enfundado en su toga blanca, que bebe de una gran copa de vino recostado en una “cama de día” o chaise longue.
De aquellos tiempos de sibaritas ha sobrevivido hasta nuestros días una pieza inconfundible del diseño contemporáneo, una pieza que invita a sociabilizarse, a descansar, a hacer uso de nuestros cortos espacios de tiempo libre y a disfrutar de estos minutos con nuestros más allegados.
De diseño sencillo y cómodo, este asiento ha representado durante muchas etapas de la historia el centro de grandes salones. La historia nos ha enseñado que ya los antiquisimos reyes egipcios hacian uso de este tipo d emobiliario y que los romanos visualizaban sus grandes bacanales acomodados en una de estas piezas.
Durante unos 1000 años la chaise longue fue olvidada, pero en el siglo XVII esta pieza regresó triunfal a todos los espacios de la vida hogareña.
Pero no fue hasta 1928 cuando tres colegas arquitectos, precedidos por Le Corbusier, revolucionaron la imagen clásica de la cama de día para reconvertirla en la chaise-longue moderna, verdadero objeto de deseo y pincelada de buen gusto en cualquier espacio de salón o biblioteca del hogar actual.
Una mecedora ajustable, fabricada a partir de acero cromado descansa sobre una base de acero negro. Bandas de caucho elástico sostienen un cojín hecho a partir de cuero de vaca natural o negro, con un apoyacabeza ajustable. Fabricado por la firma italiana Cassina bajo licencia de la Fundación Le Corbusier.
Tampoco pudo resistir a los encantos de la chaise longue Mies Van Der Rohe. En 1932 creó un modelo de línea continua y fluida que también ha pasado a la historia del diseño.
Ninguna historia de la chaise longue puede terminar sin incluir a la provocadora “Bubbles” de Frank Gehry. Presentada en 1979, la Bubbles forma parte de la serie Easy Edges, donde el arquitecto canadiense experimenta con material de desecho, en este caso cartón corrugado, para crear muebles económicos, divertidos y originales. La chaise longue es lo suficientemente fuerte para soportar el tráfico y con el paso del tiempo, el cartón toma una apariencia aterciopelada que le confiere a la silla una pátina especial, casi orgánica.
Y así hasta nuestros tiempos. Esta cama de día ha sido obsesión de mucho d ellos arquitectos y diseñadores más característicos de todas las épocas y estilos. En la actualidad muchos son los que se decantan por hacer versiones de los clásicos o por crear sus propios diseños.
La española Patricia Urquiola, diseñadora fetiche del momento, incluyera su propia visión de esta pieza en la serie Antibodi creada para Moroso, en la que toma la inspiración del mundo vegetal recubriéndola de formas que recuerdan a pétalos de flores.
También el mismísimo Giorgio Armani propone en su colección Bernini, al modelo Terminal 1 de B&B Italia diseñado por Jean-Marie Massaud. Resulta elegante, de formas fluidas, armónica, y con un cuerpo plástico brillante que flota en una estructura metálica, del mismo color aunque con un acabado mate.
Las posibilidades son infinitas, desde hacer una exhaustiva búsqueda por los mejores anticuarios, a las colecciones contemporáneas de firmas como Roche Bobois, La Maison Coloniale o Edra, donde encontramos una divertida versión pareada y abatible creada por Francesco Binfarè.
De la antigua Roma hasta las mejores salas del Guggenheim de Bilbao y de muchos otros de los mejores museos del mundo. Las chaise - longues son gusto de todos y esperemos que durante muchos años llenen nuestros salones de historia.
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